Se avecinan cambios en la formación para la Administración Pública

La formación de los trabajadores está cambiando también para las Administraciones Públicas que, al parecer, por fin han decidido subirse al carro.
Pero, ¿qué ha ocurrido para que se hayan dado cuenta de esta necesidad? En este post comparto algunas conclusiones, que me han respondido en parte, a esta incógnita y que desde luego no pasan desapercibidas, tras el análisis del Informe sobre la Evaluación de la Formación dirigida a los Empleados Públicos, presentado en 2015 por la Agencia de Evaluación y Calidad del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y que es el resultado de una exhaustiva evaluación de la formación de empleados públicos durante el año 2013.
"Escasa o nula importancia, que la formación esté adecuada a las necesidades"
Al igual que ocurre con la formación en la empresa privada, como hablaba en mi anterior post, tradicionalmente, la evaluación de la formación dirigida a los trabajadores públicos se ha centrado, básicamente, en la calidad percibida de la misma; en la capacidad didáctica y nivel de conocimientos del docente y en el nivel de satisfacción de los participantes tras haberla cursado.
No se han abordado aspectos como: la adecuación de la formación a las políticas de recursos humanos; su eficacia para mejorar los conocimientos de los empleados públicos en función de las habilidades necesarias para desempeñar sus puestos de trabajo; o el impacto de esa formación en las organizaciones públicas.
Es más, según señala el informe, el hecho de que estas formaciones fueran más o menos adecuadas a estas necesidades no ha sido criterio determinante para su subvención, lo cual pone de manifiesto la poca importancia que se le ha estado otorgando a este punto.
La mayoría de cursos han sido sobre habilidades y conocimientos específicos
Las materias formativas sobre habilidades y conocimientos específicos a determinados colectivos fueron objeto del mayor número de cursos, seguidas de las acciones de formación en materia de TICs y en materias jurídico-procedimentales.
Este gráfico muestra el número de las acciones formativas según materia:
La falta de tiempo o la carga de trabajo, causa fundamental de no recibir formación
En cuanto a las razones por las que no se llevaron a cabo cursos de formación en 2013, los empleados de la Administración General del Estado apuntaron como principal motivo la falta de tiempo o motivos de trabajo:
Algunos factores que determinan una mayor participación en la formación
Por el contrario, los motivos fundamentales que favorecen la participación en acciones formativas son:
- Adecuación de la formación: cuanto más se ajusta la formación a las necesidades percibidas por los empleados públicos, mayor es la posibilidad de participación.
- Edad: en términos generales, a mayor edad, mayor posibilidad de realizar cursos de formación.
- Nivel de estudios alcanzado: a mayor nivel formativo, mayor es el porcentaje de empleados que realizan cursos de formación.
- La voluntariedad en la realización de los cursos también explica una mayor participación.
- La expectativa percibida de carrera profesional en el lugar de trabajo está directamente relacionada con el porcentaje de la participación en la formación.
Incentivos a la participación en formación
Entre los mecanismos que se suelen utilizar para incentivar la asistencia a los diferentes cursos que organizan, el más frecuente es la valoración de los cursos realizados en los concursos de traslados y de méritos:
La evaluación de la formación
En cuanto a la evaluación de la formación, sólo un 15% de los promotores evalúa la aplicación de los conocimientos adquiridos en el puesto de trabajo y un 12% también afirma que se analiza el grado en que la institución ha mejorado su funcionamiento o resultados, como consecuencia de la formación.
Asimismo, el instrumento más utilizado es la encuesta de satisfacción:
Influencias de la transferencia de la formación al puesto de trabajo
Solemos creer que la transferencia de los conocimientos al puesto de trabajo vendrá determinada por la calidad de la formación recibida. Según el informe, se ha comprobado que la aplicación de lo aprendido depende de varios factores, de los cuales, solo uno se refiere directamente a la acción formativa:
Se avecinan cambios
A partir de este Informe, la Agencia de Evaluación y Calidad del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha propuesto una serie de mejoras que, de ser llevadas a cabo, traerán como consecuencia cambios sustanciales en la formación en las Administraciones Públicas, tales como:
- Acciones formativas alineadas con la planificación estratégica de las organizaciones.
- Sinergias entre los gestores de formación, con el fin de evitar en lo posible la repetición y solapamiento de varias acciones formativas de igual materia.
- Acciones formativas a lo largo de todo el año.
- Utilizar la acción formativa como unidad de referencia para la recopilación y análisis de la formación.
- Evaluación objetiva del rendimiento e impacto en el puesto de trabajo mediante otro tipo de herramientas, además de la encuesta de satisfacción.
- Potenciación de acciones formativas que posibiliten la transferencia del conocimiento al puesto de trabajo.
¿Estás preparado/a para estos cambios? Toca ponerse las pilas